La asistencia sexual debe generarse desde una perspectiva de Vida independiente para nunca caer en la sexualidad benéfica, emocionalmente esclavista, paternalista, minusvalidista que nos menosprecia social y humanamente. La película cae en todos y cada uno de los clichés para perpetuar aún más si cabe esta sociedad capacitista.
Admiramos a Telmo Irureta como activista, como persona y por supuesto también como actor porque ha tenido la fuerza, la valentía y la transparencia de mostrarse sin tapujos ni tabús ante el mundo en la gala de los Goya y como actor ha tenido el coraje de “tragarse un sapo” enorme haciendo un papel cuyo personaje es la antítesis del propio Telmo.